Jerarcas de la Comuna en una reunión con los concejales en 2011. |
Ahora
es legal que la Comuna meta sus documentos a última hora en el Concejo y que la
oposición no tenga tiempo ni de leerlos, menos de preparar una réplica.
El
Concejo Municipal aprobó una
resolución que no solo contradice su propio Reglamento Interno sino que
introduce ipso facto una figura
jurídica según la cual será posible meter documentos, informes y peticiones
incluso unas horas antes del comienzo de una sesión ordinaria para que los
mismos sean considerados en esa sesión.
“Se
dispone que [toda documentación] de toda índole para su lectura, atención y
consideración debe ser presentada en secretaría del Concejo hasta las 11:59
a.m. de cada miércoles”, indica el artículo primero del proyecto mencionado,
cuyo autor es el honorable Ruddy Rodríguez (MNR).
Actualmente
las sesiones del Concejo están fijadas para los días miércoles a las 15:00 p.m.
y hasta ahora la disposición (muy razonable por cierto) era que las
correspondencias podían ser atendidas si llegaban 24 horas antes de la sesión
siguiente. Ello permitía –al menos en teoría– que los concejales opositores
tengan tiempo de analizar tales correspondencias (o por lo menos leerlas) y
llegar mejor preparados a los debates.
[No
puedes llegar al templo de la democracia, como se supone que es el Concejo, sin
tener siquiera un conocimiento básico de los temas que se van a deliberar. Es una
cuestión de sentido común.]
Pero
esa disposición siempre era violentada más que todo por funcionarios
municipales de alto rango que, con la venia de la bancada oficialista, llegaban
con sus documentos, informes o peticiones y sin pedir permiso a nadie los
metían en plena reunión, y eran atendidos. Y así sucedió que el Concejo (el
oficialismo) aprobó documentos aun sin haberlos leído porque se tenía que
atender una “urgencia” del Ejecutivo municipal. Igual suerte corrían las
peticiones de informe escrito sobre asuntos de corrupción: la Comuna atendía
esas peticiones cuando le daba la gana, a veces con semanas de retraso, a pesar
de que el Art. 147 del Reglamento Interno establece un plazo de 5 días hábiles.
Ahora
con esta resolución se estaría buscando legitimar esas chicanas procedimentales
con el objetivo de facilitar los planes de la Municipalidad.
Aunque
el concejal de ASIP, Darwin Flambury, no dudó en felicitar al honorable
Ruddy Rodríguez por esta "excelente" norma, por lo menos tuvo el
coraje de reconocer que “este Concejo ha sido permisivo con el Alcalde”.
En
tanto que el representante de Todos por Santa Cruz (pero de filiación masista)
acabó aceptando que la presidenta del órgano deliberante le siga entregando las
convocatorias con 24 horas de anticipación pero no la carpeta con las
correspondencias recibidas como debería ser si el Concejo quisiera obrar con
transparencia.
Al
final, el autor del proyecto había conseguido su objetivo pese a las burlas de
su aliado el honorable Valerio Rodríguez que lo aprobó por pura obligación. “A
mí esta resolución no me incumbe en nada. Eso sí, algunas veces lo vamos a
perjudicar al alcalde”, dijo, mientras que la Prof. Fátima Egüez
sugirió que se consulte primero al Sr. Alcalde sobre lo que se estaba
aprobando.
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