El presidente de la Liga de Fútbol,
Aníbal Morales, amenazó hoy con tirar la toalla si los clubes locales no
revisan su decisión de “perdonar” al jugador Angola quien el año pasado habría sido suspendido por dos años tras
golpear a un árbitro en la final del torneo apertura.
El colegio local de árbitros determinó
no dirigir los partidos en los que juegue el equipo de Progreso que es el que
habría presionado a los demás clubes para que aceptaran reducir esa pena a solo
tres partidos de suspensión.
Por esa razón es que no se jugó hoy el
partido 15 de Mayo-Progreso.
“Yo solo he dado curso a la decisión
que tomaron los delegados de los ocho equipos”, afirmó Morales, quien hizo ver
que la “solución” planteada por los clubes de traer árbitros de la ciudad de
Montero (ante la renuencia de los árbitros locales) podría llevar a la quiebra
a la liga minereña ya que, según dijo, las recaudaciones son pobres y “no alcanzaría para pagar”.
Por venir a Minero los árbitros
montereños cobran 600 bolivianos por fecha, en tanto que los nuestros cobran
280, según refirió el dirigente liguero.
Los árbitros minereños se mantendrán firmes en su determinación, según el Prof. Seven. “Los dirigentes no pueden borrar con el codo lo que firmaron
con la mano”, dijo.
Morales a su vez dijo estar cansado de
las “imposiciones” de los delegados y amenazó también con retirar a su equipo,
Universitario, si no revisan su decisión. “Creo que lo más justo es que Angola pague un año de sanción”,
insistió.
Por último el Prof. Seven dijo que los árbitros estarían
dispuestos a revisar su decisión si Angola
les pide perdón, a lo cual se habría negado el jugador.
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