martes, 23 de octubre de 2012

Temen que acabe mal la reparación del alcantarillado en barrio Progreso

No se conoce el contrato ni la empresa adjudicataria – Ni quién fiscaliza la obra – Hablan de un trabajo mal hecho – “Qué pilleríos habrá ahí”, se pregunta una radio.

Este letrerito clandestino fue subido por la Alcaldía al sitio del SICOES
en la red Internet. A esto llaman "transparencia traducida en obras".
El presidente del barrio Progreso, Isidro Soto, se quejó hoy de que no tiene conocimiento del contrato ni de qué empresa está realizando los trabajos de reparación y mantenimiento adjudicados por la Alcaldía de Minero hace unos dos meses en un proceso de licitación sobre el que no se ha dado ninguna información al público.
La conclusión es obvia: si no hay contrato, ni pliegos de especificaciones técnicas, ni DBC, ni fiscal de obra, entonces no hay manera de hacer seguimiento ni de ejercer el control social, y cuando la obra acabe mal, los dirigentes del barrio no sabrán a quién reclamar.
Se conoce que esta obra tuvo que ser licitada dos veces, tras fracasar la primera licitación en junio pasado, luego de que las tres empresas proponentes no convencieran a la comisión calificadora. El segundo proceso de licitación se habría hecho “entre gallos y medianoche”, según ha dicho el conductor del noticiero de Radio Melodía, quien ha cuestionado duramente la falta de información en el Palacio Consistorial, de modo que a estas alturas no se conoce ni el nombre de la empresa, ni los términos del contrato, ni el precio convenido.
De acuerdo a la segunda convocatoria, el precio referencial era de Bs 161.184 y un plazo de ejecución de 60 días, pero en el SICOES (Sistema de Contrataciones Estatales) no aparecen las especificaciones técnicas, sino un letrerito clandestino que dice lo siguiente: “Las especificaciones técnicas generales y específicas [de este proyecto] serán entregadas en la reunión de aclaración a los potenciales proponentes interesados en este proceso”. Así, con estos letreritos ilegales se manejan en la gestión de la “transparencia traducida en obras”.
“No conozco el nombre de la empresa, no conozco el contrato, solo he oído de un tal Ing. Cuellar”, mencionó Soto al referir que la OTB de su barrio nunca fue tomada en cuenta en el proceso de la segunda licitación. “Qué pilleríos habrá entonces”, preguntó el conductor de Radio Melodía ya que, en su criterio, no otra cosa se puede pensar cuando de manera sistemática se oculta información en la Alcaldía. “Y después hablan de transparencia, no hay nada de eso, porque siempre han manejado las cosas a oscuras”, añade.
De acuerdo a la investigación efectuada por esa radioemisora, el tal Ing. Cuellar sería el yerno de una persona que le presta servicios en forma permanente al gobierno municipal.
Pero no solo se cuestiona la falta de información sino la calidad de los trabajos que se vienen ejecutando. Algunos vecinos denunciaron que las aguas destrancadas del sistema son depositadas en el canal que bordea el hospital municipal, convirtiéndolo en un vertedero cloacal. “Aquí hay una contaminación bárbara”, dijo Mascarita, encargado de la oficina local de Medio Ambiente de la Gobernación.

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