Con arbitrario impuestazo castigan a los contribuyentes más pobres

Una señora de la tercera edad y de humilde condición pagó 34 bolivianos del período 2010 y por la gestión 2011 le tasaron un impuesto de 112 bolivianos.

Una parte de la vivienda de la señora de 67 años de edad.

El Impuesto a la Propiedad de Bienes Inmuebles viene este año con incrementos que alcanzan incluso al 230 por ciento, de acuerdo a una revisión aleatoria efectuada en una copia del Formulario 1980 emitida por el Gobierno Municipal de Minero.

Es el caso de una vecina de 67 años de edad, cuyo tipo de vivienda pasa de “muy económica” a “económica”, siendo que, como se puede constatar mirando la fotografía de la casa, tal calificación no se ajusta a la realidad, ya que esta señora hace 10 años que no construye nada precisamente por falta de recursos económicos. Arbitrariamente han modificado su rango catastral con el fin de subirle la base imponible pese a que la calle donde está la vivienda es de tierra y carece de alcantarillado sanitario y telefonía fija. O sea, a los que no pueden salir de la pobreza la administración MIR-MNR-MAS los castiga con más impuestos. A los más pobres los hunden más en la pobreza.

La psicosis del nuevo impuesto a las casas estalló a principios de este año cuando varios sectores sociales salieron a las calles en una manifestación contra el “impuestazo” luego de que un medio impreso oficial publicara las nuevas tablas de valores del suelo urbano. Aunque las tablas hablaban por sí solas, las autoridades municipales negaron sistemáticamente el alza del impuesto e incluso achacaron a un periodista de haber “filtrado” esas tablas. Pero el conflicto dejó ver la arbitrariedad con que se viene manejando los valores catastrales pues salieron a la luz pública casos que demostraban que la Alcaldía no trataba a los vecinos con la misma vara, como lo hiciera ver cínicamente un concejal emenerrista al poner el ejemplo de cierto dirigente cívico quien, siendo rico pagaba impuestos como pobre. Es decir, la clase política manipulaba el sistema catastral para favorecer a sus cohortes aplaudidoras y a todos aquellos que le rinden pleitesía y lealtad, mientras que los contribuyentes más pobres son castigados con el mazo sin ninguna contemplación. Y no hay quién los defienda.

El Código Catastral 011-0023-017-000 corresponde a una persona real, no es un caso inventado.