miércoles, 3 de octubre de 2012

La ley del más fuerte

Deriva en escándalo la presentación de la empresa que construirá el alcantarillado en Minero – Alcaldía contrata a su propio fiscal de obras – Revelan que el proyecto de Cosmin fue “descartado” – Ing. Ramiro Tirao aparece alineado con la coalición municipal MIR-MNR-MAS – Cosmin teme que se repita la historia del barrio Progreso – Gloria Becerra llama “pelotudos de mierda” al alcalde, a Carrillo y al Ing. Tirao – En duda la fiscalización y la calidad de la nueva obra

La presidenta de Cosmin y el alcalde Freddy Rivero cara a cara.
Lo que debía ser la presentación formal de la empresa que construirá el alcantarillado sanitario en Minero pasó a un segundo plano. Porque resulta que el gobierno municipal impuso nomás su ley y ha contratado a su propio fiscal de obras, lo que significa que solo ellos tendrán voz y voto en la “fiscalización” del megaproyecto, solo ellos tendrán tuición sobre planillas de pago, órdenes de cambio, contratos adicionales y, lo más importante –el meollo del asunto–, el control total de la contraparte municipal del 20 por ciento (cerca de 4.500.000 bolivianos), con toda la carga de subjetividad que ello pudiera suponer.
Es una obviedad, pero al haber contratado unilateralmente a un fiscal de obras la coalición municipal MIR-MNR-MAS está borrando con el codo el convenio interinstitucional Alcaldía-Cosmin. Dicho convenio establece que la fiscalización de la construcción del alcantarillado sanitario tiene que ser “conjunta”. Ahora ese convenio ya no tendría ningún valor moral.
“Tenemos el fiscal de obras […] el Ing. Napoleón Aguilera”, anunció al alcalde Freddy Rivero en la parte final de su discurso en un evento en el que solo se dio el micrófono a tres personas: al enviado del senador Isaac Ávalos, al Ing. Ramiro Tirao (jefe de la Unidad Coordinadora de Proyectos del Viceministerio de Agua y Saneamiento Básico) y al Sr. Alcalde. En la lista de oradores no se incluyó a la presidenta de Cosmin, que era lo que correspondía, pese a que, según dijera Rivero, “este proyecto lo inició Cosmin”.
Aparte de los personeros de la cooperativa, en el salón de eventos de la Municipalidad solo estaba presente la oficialidad y, excepto el cronista del blog de noticias HoyMinero, el resto de la “prensa” eran medios que tienen contratos con la Alcaldía. Sobran los comentarios.
Parecía un escenario preparado para la consumación de la versión oficial acerca de la obra. “Lic. Macedonio Cardona, transmita al senador Ávalos [todo] nuestro agradecimiento”, manifestó el burgomaestre, quien luego insinuaría que el aludido parlamentario había dado su aval para que la Alcaldía licitara por su cuenta la contratación del fiscal de obras.
El Ing. Tirao a su vez no disimuló su verdadera inclinación al poner sobre el tapete el final que había tenido el proyecto de Cosmin. “El proyecto de Cosmin fue descartado en su totalidad y hemos tenido que hacer otro. Esa es la realidad”, dijo el funcionario gubernamental. Aquí ya no importaba que los “proyectos” de Consbol y Pirámide S.R.L. sean, como se sospecha, fotocopias retocadas del proyecto de Cosmin.
En ese momento las papas quemaban. Los de Cosmin estaban indignados sobre todo con el Ing. Tirao ya que cuando el alcalde presentó a “su” fiscal de obras él no había objetado ese hecho. Herida en su orgullo, la presidenta Gloria Becerra se abalanzó contra Tirao porque en una reunión previa en Cosmin él habría dado su palabra en sentido de que la contratación del fiscal de obras iba a surgir de un consenso. “Usted que es del gobierno nacional ha venido a darnos semejante mentira entonces”, le espetó Becerra al Ing. Tirao.
“Pero por estas indecisiones no podemos retrasar el proyecto”, contestó el jefe de la Unidad Coordinadora de Proyectos (UCP). O sea, la construcción del alcantarillado tiene que comenzar haya o no un fiscal de obras de “consenso”. Tras lo cual Becerra replicó: “Por qué es la susceptibilidad, porque yo no quiero que se repita la misma historia del barrio Progreso. Usted podría ir ahora y cerciorarse con sus propios ojos”.
Tras ello el alcalde salió en defensa del “derecho” que, según dijo, le asiste de fiscalizar la contraparte del 20 por ciento “porque tengo a la Ley Safco sobre mí”. Y dirigiéndose a la presidenta de Cosmin le dijo: “Si ustedes no quieren recibir esa obra [del barrio Progreso] no la reciban”. La dama contestó de inmediato: “¿Cómo voy a recibir una obra que está mal hecha y que no está funcionando?” Esto enfureció más a la autoridad edil.
Acto seguido el Ing. Tirao se levantó para retirarse, circunstancia en la cual el Sr. Alcalde avanzó hacia donde estaba la presidenta de Cosmin y ambos se colocaron cara a cara, a veinte centímetros uno del otro, con miradas fulminantes, algunas frases de por medio, máxima tensión, el odio agazapado de las cohortes aplaudidoras, el oficial mayor llevándose rápidamente a la MAE antes de que pasara lo peor, el concejal del MNR huyendo del lugar, conocedor por experiencia propia de lo que es capaz esta señora.
Lo que siguió fue un intervalo de diez minutos en los que primaron las palabras subidas de tono, amagos de pugilato y el grupo de choque municipal en estado de alerta. “Yo no les tengo miedo a ninguno de esos pelotudos de mierda”, gritó Becerra, al tiempo que el Dr. Carrillo y el Ing. Aldapi se trenzaban en un duelo verbal aparte, al borde de los puños, de no haber sido la presencia de cámaras filmadoras. Los de Cosmin querían “colgarlo” más que todo al Ing. Tirao por su evidente alineamiento con la coalición que gobierna la Comuna. Pero no desaprovecharon la oportunidad para recordarle algunas verdades al oficial mayor. “A vos pues [te da lo mismo] porque no sos de este pueblo”, le dijeron.
Y la cita terminó así, con ambos bandos retirándose a sus propios dominios, mientras en el aire quedaban flotando sospechas mayúsculas en torno a la construcción de alcantarillado.

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