El Ing. Ronald Tapia, su sucesor, postularía una línea más democrática y de diálogo abierto y sincero entre bandos en conflicto.
Ing. Ronald Tapia. |
La renuncia de Juan Carlos Arce a la
presidencia del Comité Cívico de Minero pone fin a un contexto de ilegalidad en la
institución madre de los minereños ya que su reelección, efectuada por
aclamación en abril pasado, quebrantaba los Art. 12 y 13 del Estatuto Orgánico. Era una situación insostenible para una institución que se precia de ser "el ente moral" de la minereñidad.
El Art. 12 dice: “El presidente […]
será elegido por un período de dos años”, mientras que el Art. 13 indica: “El
presidente no podrá ser reelecto en forma continua, sino transcurrido un
período sin límite alguno”. El resto del directorio sí podía ser reelegido. No
había dónde perderse, o se cumplía el Estatuto o no se lo cumplía.
De acuerdo a versiones de medios
radiales y de Internet, Arce habría renunciado para dedicarse de lleno a sus
empresas (uno de sus rubros es la explotación de la madera), dando por
“cumplida” su misión una vez que está en curso la contratación de la empresa
que construirá la circunvalación oeste, pero en ningún momento hace alusión a
los cuestionamientos públicos de varios sectores de la población en torno a su
reelección.
Sobre los motivos de su alejamiento
otras fuentes señalan que habría habido un “quiebre” en el Comité Cívico tanto
a nivel interno como en su relación con los grupos de poder político que hoy
controlan varias instituciones minereñas, entre ellas la Alcaldía, la Dirección Distrital
de Educación y el Concejo Municipal.
Algunos analistas consideran que el
ente cívico nunca pudo plasmar su papel de mediador en los conflictos locales y tampoco hizo oír su voz en asuntos que comprometen a la actual
gestión municipal. Por ejemplo, el Comité nunca dijo nada sobre las obras
paralizadas y otras que son muy cuestionadas como el estadio de fútbol, el
hospital y el coliseo, aunque en otras etapas fue notoria su rigurosidad con
la cooperativa de agua en el tema alcantarillado.
En su momento personalidades que son
referentes en la comunidad cuestionaron abiertamente la reelección de Arce. Por
ejemplo, el difunto secretario ejecutivo del Sindicato de los Trabajadores de
Unagro, Willy Llanos, antes de su prematura muerte criticó lo que definió como
“vergonzosa reelección de su presidente”, en alusión a Arce. “Todo estaba
cocinado. Le echaron flores al presidente cívico por todas las cosas que dizque
había conseguido. Pero yo pregunto qué cosa ha conseguido. No vemos nada”,
había dicho.
El Ing. Felizardo Joaquín Cruz, ex
oficial mayor de la Alcaldía, en un evento público dijo sin anestesia: “El
Comité Cívico se ha convertido en el refugio de los políticos corruptos”.
El periodista Luis Zabala también hizo
oír su voz y públicamente invito a Arce a dar un paso al costado por considerar
que su reelección había violado el Estatuto Orgánico vigente.
Tras la salida de Juan Carlos Arce
asume el Ing. Ronald Tapia, un respetado profesional de ascendencia migrante
vinculado a la empresa azucarera Unagro y que postularía una línea más
democrática y concertadora en el ente cívico.
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