La Sra. Becerra frente a la plana mayor de la alianza municipal. |
No
salió humo blanco, sino un humo denso y contaminado. No hubo ningún acuerdo
basado en el uso de armas nobles sino en la instrumentación de los métodos más
perversos y en la necesidad de “garantizar agua al pueblo”, sin importar que
para llegar a ello se hubieran pisoteado códigos elementales de ética,
principios y procedimientos legales. Así opera la política en Minero.
En
la reunión efectuada hoy la Alcaldía y la cooperativa Cosmin se vieron las caras
con el objetivo supuesto de encontrar una salida política que permitiera la
perforación de un nuevo pozo de agua en Villa Mary.
Pero
no había condiciones para un acuerdo de caballeros y el Concejo puso de
manifiesto su parcialidad hacia el ejecutivo municipal otorgando tan solo una
hora para que las partes lograran un consenso. Las posteriores intervenciones
de los cuatro concejales presentes no hicieron más que confirmar el servilismo
de una institución del Estado que debería ser neutral. Pero eso es mucho pedir
considerando que en estos dos años y tres meses cada uno de ellos se ha
empeñado en poner sus ambiciones personales por encima de los intereses de
Minero. Un Concejo dócil que no respeta ni su propio Reglamento Interno y que
tiene que agachar la cabeza ante un funcionario municipal designado a dedo y
del que muchos no se explican cómo es que llegó a acaparar tanto poder en
Minero.
La
reunión fue tensa de entrada porque el alcalde Freddy Rivero así
lo propuso: “Estamos ofreciendo un pozo de agua a los de Cosmin, así que
dígannos, ¿lo quieren o no?”. La teoría del oficial mayor, Dr. Osberth
Carrillo, era que “no importa quién lo haya hecho el proyecto sino que Minero
tenga agua”. Por supuesto, decir eso es fácil después de que has utilizado el
poder político para que sea de esa manera. Una vez más se impone la ley del más
fuerte.
Argumentos
van, argumentos vienen, plazos que transcurren rápidamente, técnicos
municipales que operan como políticos porque tienen que obedecer al amo de
turno, mentiras descaradas, medias verdades, chicana a todo nivel, consultores
a merced del mejor postor, concejales sometidos al libreto oficial y una señora
pretendiendo dar lecciones sobre lo que nunca hizo porque si ella hubiera
fiscalizado el pavimento esa obra hoy no estaría destruida, pues ¿dónde estaba
ella cuando se produjo la estafa del coliseo municipal?, ¿dónde estaba ella
cuando su alcalde aliado retiró 58.000 dólares del FNDR para unas “obras
adicionales” que nunca se hicieron?, ¿dónde estaba ella cuando se construyó el
estadio que hoy se desmorona poco a poco?
Cosmin
llegó a la cita del Concejo como desvelada, mientras que la plana mayor de la
alianza MIR-MNR-MAS (incluso el representante de ASIP) temprano se había
reunido a puertas cerradas para armar la estrategia de aniquilación. Pronto se fue esclareciendo el panorama. Dijeran lo que dijeran, los de Cosmin no iban
a poder hacer nada ya que todo estaba armado para que se consumara el aval del proyecto municipal, un proyecto que nunca pasó por el Concejo
pero que, oh casualidad, fue elaborado por el mismo consultor que había
elaborado el proyecto de Cosmin y ahora “está corriendo” en el PFS con la ayuda
de un senador.
Se
podría decir que Cosmin se metió sola en la boca del lobo ya que ni su propio
concejal (Límber Guamán) apareció para defenderla. Apenas una semana atrás la Sra. Becerra había conseguido
una victoria “moral” sobre la coalición. Pero en siete días muchas cosas pueden
pasar y nada raro sería que el honorable Valerio y ella hubieran tenido un
encuentro para limar asperezas y “trabajar juntos” luego de que la dama
anunciara un juicio por calumnias e injurias contra el aludido por
haber hablado de “malos manejos” en Cosmin Ltda. Y fue así que mientras el Ing.
Mario Aldapi defendía a capa y espada el respeto a las formas y los
procedimientos, Becerra acabó doblegándose, rompiendo ella misma los
procedimientos, porque, reconozcámoslo, la nueva oferta del oficialismo tenía
sentido: un proyecto para la Alcaldía y otro para Cosmin, así nadie saldría
descontento, sería el “final feliz”.
“Aquí
el ganador va a ser el pueblo”, argumentó el asesor legal de la cooperativa,
Dr. Juan Carlos López. “No vamos a perjudicar ni al alcalde ni a Cosmin.
Ustedes los de Cosmin tienen un proyecto a diseño final y hay otros entes del
Estado que pueden financiarlo porque otro pozo más no le va a hacer mal a
Minero”, propuso el emenerrista Ruddy Rodríguez. “La predisposición del
ejecutivo municipal y de los concejales es que con ese proyecto [que tienen]
ustedes puedan conseguir otro pozo más”, le dijo Carrillo a la presidenta del
agua, tras lo cual le pidió que les haga llegar información referente al número
de pozos en operación, el número de conexiones domiciliarias, el tarifario, el
organigrama y la composición del directorio. “Con eso garantizamos le
perforación del pozo en Villa Mary”, añadió. “Hemos sido engañados, yo me
siento engañada”, replicó Becerra. “No peleemos más, hagámoslo presidenta
Gloria”, le rogó Wicho. “No pongamos
en una balanza quién tiene más culpa o quién tiene menos culpa. El tiempo
apremia y este Concejo ya cumplió”, dijo a su vez el concejal Darwin Flambury
en un claro alineamiento con la posición del oficialismo. Según Chiquitín, no importa qué medios haya
utilizado el oficialismo para imponer su proyecto, “la fiscalización la vamos a
hacer cuando se esté ejecutando la obra”. El Ing. Aldapi terminó siendo la
única voz disonante en la sala desglosando argumentos que hacían ver de qué manera la
maquinaria oficialista había utilizado la chicana política para tumbar el proyecto de la
cooperativa y meter el suyo. Pero ya era tarde. El mismo alcalde había
sentenciado: “Este pozo lo vamos a hacer con o sin Cosmin”.
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