miércoles, 26 de septiembre de 2012

Zenón Soto propone a Wicho olvidar el pasado “por la unidad del MAS”

26/3/2011.- Los dos bandos del MAS-IPSP en Minero terminaron a los 
abrazos tras sellar un pacto de “unidad” que finalmente no prosperó 
precisamente porque en ella fueron incluidos "traidores" y "corruptos".

La reunificación, dicen, es necesaria para “golpear a la derecha” en 2015, e incluiría a las manzanas podridas y no importaría que unos y otros se hubieran aliado con la derecha.

El jefe del bando disidente del MAS-IPSP en Minero, Zenón Soto, se ha manifestado dispuesto a un borrón y cuenta nueva con el sector del Instrumento Político que actualmente controla el gobierno municipal en alianza con el derechista Frente Amplio (MNR y MIR e incluso ex adenistas).
“En el MAS hay traicioneros, en los dos lados, pero yo no quiero hablar del pasado, creo que [debemos] olvidar el pasado, y más bien estoy con la idea de que el MAS debe unirse”, dijo Soto en declaraciones a un medio local.
El dirigente formuló esta posición tras regresar de un congreso departamental de “unidad” efectuado en la ciudad de Montero y en el que Salustio Flores fue elegido como nuevo presidente del Instrumento Político en Santa Cruz. “El compañero Salustio está con nosotros”, le dijo Soto al blog HoyMinero haciendo un contraste con la anterior presidenta Lidia Choque quien en forma descarada ofreció sus “buenos oficios” para imponer la candidatura de Arancibia y Wicho en las elecciones municipales de 2010, lo que obligó a Guamán a alquilar la sigla de la agrupación derechista Todos por Santa Cruz para poder participar en esos comicios junto a Braulio Mamani de la UCS.
Por esa “traición”, Carrillo, Arancibia y Wicho iniciaron una persecución en todos los niveles del MAS con el objetivo de lograr la “expulsión” de Guamán, Soto y Choque, lo que nunca consiguieron de manera oficial, pero igualmente lograron que los mencionados fueran enviados a una suerte de destierro político en el MSM.
Al respecto, sostienen algunos masistas disidentes que Carrillo y Wicho no tienen moral para hablar de “traición” ya que ellos hoy están aliados con el MNR, un partido neoliberal y entreguista, y el MIR, un partido de centroizquierda acomodaticia y que en el pasado supo aliarse con dictadores como el difunto general Banzer.
Soto fue consultado si estaría dispuesto a hacer las paces con Valerio Rodríguez a sabiendas de su alianza con el Frente Amplio, y su respuesta fue bastante ambigua: “El concejal ha sido electo para cumplir como concejal, esa es su tarea, otra cosa es el tema orgánico”. Aunque no lo dijo abiertamente, Soto insinuó que las decisiones tomadas por Wicho y Guamán (de aliarse con la derecha) fueron una consecuencia de la división interna del MAS, o como lo dijo, “por falta de una dirección sólida del MAS en Minero”. Es decir, la “reunificación” del MAS-IPSP en Minero incluiría a todos, incluso a las manzanas podridas.
En tal sentido Soto se dirigió a los “compañeros” Carrillo, Arancibia y Wicho sobre la necesidad de realizar cuanto antes un congreso de unificación en Minero. “Yo ya no voy a acusar a nadie, tenemos que darnos la mano, hagamos un congreso de unidad, no importa quién salga [presidente], tenemos que unirnos para golpear a la derecha en las elecciones municipales que vienen”, enfatizó el dirigente.
Pero ¿es realista creer que el concejal Valerio tenga interés en “golpear” a la derecha si él ahora está aliado con el derechista Frente Amplio? A eso Soto responde: “Yo [estoy hablando de] las próximas elecciones municipales, olvidemos el pasado, sellemos la unidad en un congreso, salga quien salga, y van a ver que la derecha va a temblar”. 

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