viernes, 21 de septiembre de 2012

Voces minereñas hacen oír la bronca y la frustración de un pueblo

Algunos consideran que ya es tiempo de “reaccionar”, otros proponen un cabildo y hay quienes hablan sin tapujos de las “picardías” de la clase política dominante.

Suenan cada vez con mayor energía las voces que aseguran que urge un giro de 180 grados en la actual conducción de Minero. Cada día que pasa, según dicen, van aumentando uno tras otro problemas y necesidades de interés común a los que no se da solución.
A ello se suma, de acuerdo a esas voces, una infinidad de asuntos que tienen que ver con presuntas irregularidades en el manejo de los recursos económicos. La frase “tenemos que hacer algo” se oye con más frecuencia en conversaciones informales, que es cuando la gente se anima a decir lo que piensa. Otros como el dirigente vecinal Neil Vargas hacen llamados públicos para que los dirigentes de los barrios y de las comunidades rompan el silencio. “Compañeros, juntémonos, hagamos una alianza, hagamos una asamblea en grande, si es posible un cabildo, [y ahí definamos] qué es lo mejor para Minero”, dijo el ferretero en declaraciones a radio Melodía. Huelga decir que la OTB del Barrio Lindo –la que él preside– es la única junta vecinal que hoy hace oposición a la coalición municipal MIR-MNR-MAS.
Días atrás el ex relacionador público de la Alcaldía, Ronald Bernal, cuestionó a las actuales autoridades municipales por pretender construir un nuevo Palacio de los Deportes sin haberse establecido hasta ahora ninguna sanción para los responsables de la estafa del coliseo municipal, “porque los mismos que se han robado la plata del coliseo, que no lo han terminado, son los que están trabajando todavía como autoridades ahí”.
También el empresario de gigantografías Salvador Torrejón hizo su primera aparición en años tocando la situación del barrio Progreso que, en su criterio, constituye un verdadero foco de contaminación que pone en riesgo la salud pública por el cuadro de caos urbano, olores pestilentes y aguas cloacales que circulan por sus calles. Es un problema que se arrastra desde 2007 tras colapsar el sistema de alcantarillado sanitario que había sido construido con un millonario préstamo del FNDR. “No podemos seguir así; este pueblo tiene que reaccionar”, dijo Torrejón en una radio local.
La propia presidenta de Cosmin que decora la pléyade de autoridades que no son parte de la solución dijo: “Todo un barrio viviendo, oliendo, durmiendo con esa mierda ahí”. Varias veces esta dama ha amenazado con levantar a los vecinos a los que considera “muy calmados”. La historia dice que en 2007 ella y las carniceras echaron del pueblo al oficial mayor de ese entonces, no solo porque afectaba sus intereses sino porque no era minereño.
Mientras tanto el control social y los entes de fiscalización parecen mirar de palco los dramas del pueblo. En ese sentido los pedidos para que los concejales den paso a sus suplentes se oyen con más frecuencia en la población. “¿Qué es lo que está pasando en este pueblo? Plata robada […] las maquinarias que se han robado”, dijo Neil Vargas. “Ya van dos años y medio de esta gestión y ¿qué es lo que han hecho? Han destituido a autoridades pero hasta ahora nadie ha ido preso por las picardías y los actos de corrupción [que les atribuyen], porque tal vez ellos están pringados en esos pilleríos [sic], por eso no actúan”, opinó Juan Zurita en su noticiero. Hay profesionales que piensan igual pero no se atreven a decirlo en público, por temor, por el qué dirán o simplemente por no meterse.
En medio de este cuadro hasta el Comité Cívico es cuestionado. “El gobierno que se dice ‘moral’ de los minereños ha perdido la moral y se ha convertido en servil de los políticos”, dice el periodista Luis Zabala en un jingle al pedir la renuncia del presidente Juan Carlos Arce por considerar que su reelección viola los estatutos vigentes.
Y este contexto de frustración popular se da a días de la efeméride departamental.

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