jueves, 31 de mayo de 2012

Decisiones tomadas en el Concejo buscarían precipitar eventos que ya se consideran “inevitables”


POR EL VIGILANTE

El Dr. Carrillo y el alcalde Freddy Rivero. Las felicitaciones
de rigor a la flamante presidenta del Concejo Municipal. 
Un concejal del MAS sin poder sobre su propia voluntad, un alcalde cansado de su situación y un oficial mayor que habría pateado el tablero haciendo que la candidatura del Instrumento Político en el 2115 no sea ni para Valerio ni para Guamán son las primeras interpretaciones que surgen tras la posesión de una nueva presidenta en el Concejo Municipal de Minero.
Los últimos meses habían sido turbulentos para el órgano deliberante debido, según algunos observadores, a la escasa vocación de sus miembros a la hora de investigar con decisión las denuncias de corrupción, así como por su evidente sumisión al Ejecutivo municipal, avalando todo sin ningún debate previo, incluso atropellando su propio Reglamento Interno.
Nadie en su sano juicio hubiera augurado un mejor existir a la coalición MIR-MNR-MAS y el vecino común y corriente no se explica cómo es que neoliberales y agentes del “proceso de cambio” aparezcan aliados en Minero.
Y no es que se hubiera deseado el mal a nadie, pero es por esa condición que la coalición municipal nació enferma. En dos años la gestión se fue desgastando sin parar por efecto de la gravedad y ahora nadie sabe cómo hacerle frente. La falta de iluminación se hace evidente, por ejemplo, cuando se decide pavimentar una calle donde no se ha instalado todavía el servicio de alcantarillado sanitario, así como cuando el Concejo a las apuradas homologa un convenio (el de la circunvalación oeste) que la Gobernación no ha suscrito aún. No hay capacidad para ejecutar proyectos de verdadero impacto social ni la visión necesaria para diseñar la ciudad que nos merecemos.
Todo esto, sumado a los casos del Palacio Consistorial y la desaparición de 58.000 dólares, tenía que traer consecuencias.
Pero una vez más se impone la regla del “costo-beneficio” y al final el costo político que se termina pagando es que los más astutos se pongan a buen recaudo y los tontos útiles carguen con el fardo.
Así, el Ing. Ruddy Rodríguez (MNR) habría dado un paso al costado por voluntad propia, “para dedicarme más al partido”, según diría por teléfono celular, lo cual no habría ocurrido con el munícipe del MAS-IPSP cuya negativa a aceptar un cargo tan importante parecía responder a una voluntad externa que era superior a sus propias decisiones.
Es que no se entiende cómo Valerio Rodríguez sea capaz de rechazar dos votos que lo podían haber hecho presidente del hemiciclo. Pero él mismo da la razón: “Yo no decido por mí”. O sea que todo se sigue cocinando desde arriba como se hizo siempre, no se respeta la autonomía municipal.
“Esto –la elección de la Prof. Fátima Egüez- se cocinó recién anoche y ahora tenemos un panorama más claro rumbo a diciembre”, dijo en confianza una fuente del Comando Seccional del MNR.
La reciente puja electoral al interior de la coalición municipal habría dado como resultado dos decisiones cruciales: “sacrificar” a Ruddy Rodríguez poniéndolo en una especie de confinamiento con el fin de evitar un mayor desgaste ante la opinión pública, y utilizarlo al concejal del Instrumento Político para lo que pueda ocurrir en diciembre próximo, cuando el actual alcalde cumpla la mitad de su mandato. “Wicho no tiene pasta para ganar las elecciones del 2015 y entre todos han dejado que él solito se dé cuenta de ello”, dice otra fuente de la cual tampoco se publica el nombre porque no existe la grabación magnetofónica respectiva. De ser cierta esa tesis, significaría que el representante de las bartolinas minereñas ha tenido que conformarse con la posibilidad de ser un alcalde transitorio en caso de que las estructuras nacionales decidieran soltar al jinete del Art. 144 de la Ley Marco de Autonomías para que se dé una vuelta por Minero o de que se active el proceso para un referendo revocatorio.
Esos mandos nacionales del MAS-IPSP, que al igual que el Frente Amplio tienen sus propios diagramas geopolíticos en el Norte cruceño, habrían aceptado esa situación con la condición de que el candidato del Instrumento Político en Minero, en un eventual referendo revocatorio o en las elecciones de 2015, sea cualquiera menos Límber Guamán.
“La cosa viene muy fea y si la dejamos pasar más allá de diciembre el costo político para el MNR será muy alto”, dice la fuente emenerrista antes mencionada. Por lo que no es difícil suponer que sean los propios aliados los que hayan contribuido, de una u otra manera, al desgaste de la gestión del alcalde Freddy Rivero. A fin de cuentas, un alcalde caído en desgracia es lo que todos esperan para dar rienda suelta a sus ambiciones más perversas.

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