La noche del martes último el jerarca mencionado llamó al celular de EL SURCO para decir lo siguiente. “Hasta ahora estuve viendo desde el palco ese blog que tenés en Internet, pero eso que dijiste de que soy un abogado paracaidista fue el límite, y cuando alguien se mete conmigo, voy a su encuentro”, dijo el jerarca con tono de intimidación y amenaza velada.
El artículo en cuestión fue subido al blog el lunes 4 de junio con el título “Wichovs Guamán y la necesidad de repensar el presente del Instrumento Político”. La nota efectivamente incluye la frase “abogados paracaidistas”, pero no se añade ningún nombre en particular, de modo que si alguien se da por aludido no es problema del autor del artículo, y aun si se hubiera mencionado un nombre ello se enmarcaría en el Art. 106 de la Constitución Política del Estado.
Ya lo dijo la propia ministra de Comunicación Social, la periodista Amanda Dávila: “Cuando una persona asume un cargo público, la privacidad solamente se queda en la casa, fuera de la casa cualquier tipo de escenario es público y una autoridad tiene que saber eso y sobre todo cuando no estamos hablando de cosas que tienen que ver con nuestra familia, sino que estamos hablando […] acerca de temas que tienen que ver con el Estado”.
En nuestro caso, una vez más estamos solos en esto, sin ninguna autoridad proba a quien poder recurrir para que nos pueda otorgar garantías constitucionales. Solo nos queda seguir aferrándonos a nuestras convicciones y a la Constitución que ellos mismos redactaron.
No hay comentarios:
Publicar un comentario