domingo, 24 de junio de 2012

Evo ve una conjura golpista en el motín policial pero asegura que no sacará al Ejército

Policías rasos en estado de rebelión en cuartel cercano a la Plaza Murillo en la ciudad de La Paz.

El presidente Evo Morales Ayma dijo el domingo que algunos sectores de la oposición están usando a policías amotinados por causas salariales para preparar un “golpe de Estado” y que algunos uniformados planearon matar a un ministro y atacar a las Fuerzas Armadas.
El motín policial mantenía esta noche al país bajo tensión, pese a la firma de un acuerdo salarial entre el gobierno y los líderes de la protesta. Sin embargo, el mandatario descartó convocar a los militares para reponer el orden.
“Esa gente que privatizaron [empresas en el pasado] usan a algunos hermanos policías para preparar un golpe de Estado, para hacer matar al ministro de Gobierno y para enfrentar a las Fuerzas Armadas con bombas molotov”, afirmó Morales en un acto público.
El mandatario intervino en el conflicto horas después de que varios ministros denunciaran como intento de golpe a los focos de amotinamiento que se mantenían en varias ciudades, incluida La Paz, que estaban sin servicios policiales desde el viernes.
El acuerdo, firmado por ministros, jefes policiales y líderes de la protesta, atendía las demandas salariales y administrativas de los amotinados -suboficiales y policías rasos- pero no impidió que policías disconformes volvieran a las calles y denunciaran planes de “militarizar” el país
“Las fuerzas armadas, compañeras y compañeros, no van a salir a las calles”, dijo Morales ante una concentración de mineros y campesinos en Corocoro, un pueblo próximo a La Paz, donde presidió la puesta en marcha de una empresa minera estatal del cobre.
El mandatario advirtió que los movimientos sociales que apoyan al gobierno estaban preparados para “defender este proceso hasta las últimas consecuencias”.
“¿Qué están provocando? ¿Que saque a las Fuerzas Armadas como en febrero? [...] La derecha está buscando muertos, pero no vamos a prestarnos al juego de la derecha”, agregó Morales, en alusión a una protesta policial de febrero de 2003 que fue aplacada por los militares con saldo de una decena de muertos.
Las actuales protestas, que dejaron decenas de policías heridos y varias oficinas policiales destrozadas, emergieron como un nuevo cuestionamiento a la autoridad de Evo Morales, quien tampoco lograba detener la marcha de los indígenas del TIPNIS a punto de llegar a La Paz.
“No dudamos en decir que aquí hay afanes conspirativos”, dijo a su turno el ministro de Gobierno, Carlos Romero, mientras que cerca de las 9 de la noche el canal gubernamental BTV Noticias denunciaba que la diputada opositora Norma Piérola acababa de pedir que las Fuerzas Armadas salgan a patrullar las calles. 

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