Acuerdo
político Alcaldía-Cosmin tira a la basura el Convenio Interinstitucional –
Ahora todos serán incluidos en el “negocio” del alcantarillado – Pero este acuerdo
no solo es ilegal sino también inmoral – No hay ninguna garantía de que el
poder municipal lo cumpla – Peor aún, de que la obra tenga el final feliz que
todos esperamos – Ejemplos de obras paralizadas y mal hechas los hay a montones
– Pero Cosmin toma la decisión más fácil: rendirse ante la impostura – Y elige
cerrar los ojos – Ya nadie verá en qué terminó el alcantarillado del barrio
Progreso – A nadie le importará que los vehículos de la Alcaldía desaparezcan –
O que el estadio se esté partiendo – ¿Agacharán ahora la cabeza y le darán la
razón al concejal que les dijo que eran una cooperativa corrupta? – ¿Dónde
queda el honor? – ¿Dónde quedan los principios? – El acuerdo les garantiza a ambas
partes la satisfacción de necesidades políticas – Los unos, para poder terminar
los 5 años de gestión municipal y dejar en
statu quo la auditoría a los 74
mil dólares que costó el desechado proyecto de Cosmin – Los otros, para tener
voz y voto en la contraparte municipal del 20% a cambio de mirar hacia otro
lado – Importa poco si la obra termina bien o termina mal – Con este acuerdo, demos por hecho que no habrá juicio a Wicho,
que nadie molestará más con el Art. 144 de la Ley de Autonomías y que no habrá revocatorio – Ya
lo dijo la señora presidenta: “Por dos o tres personas no podemos seguir
frenando el desarrollo de Minero” – Está más que claro – Sin partido propio ni
bases sociales propias ella sabe que nunca será alcaldesa – Jugar a "opositora" solo trae días de angustia – Para qué seguir nadando contra la corriente si a nadie le importa – Solo así justificas esta traición al pueblo – Dejar en el abandono a las clases excluidas – Aliarte con
los poderosos – Y por lo tanto no hay nada nuevo bajo el sol – Todos al final
terminan siendo iguales – O quién sabe, por ahí nos sorprenden y reconsideran este mal paso que han dado.
POR
EL VIGILANTE
El
argumento central de los consejeros de Cosmin es que “por dos o tres personas
no se puede seguir frenando el desarrollo de Minero”. Así, con un discurso más pragmático
justifican el nuevo acuerdo suscrito con la coalición municipal MIR-MNR-MAS
para viabilizar la construcción del alcantarillado sanitario. Ahora ambas
entidades financiarán en partes iguales la contratación del fiscal de obras, lo
que les dará derecho a voz y voto cuando llegue la hora de utilizar la
contraparte municipal del 20 por ciento (cerca de Bs 4.600.000) y en el
negocio de la provisión de los materiales de construcción durante la ejecución
de la obra.
Atrás
quedarán, así parece, aquellos episodios en los que el alcalde Freddy Rivero y la Sra. Gloria Becerra
dejaban ver una gran hostilidad entre ambos, el más reciente, ocurrido el 2 de
octubre cuando la dama le dijo “pelotudo ‘e mierda” a la autoridad edil, quien
a su vez en varias ocasiones había dicho que la obra del alcantarillado se iba
a hacer “con o sin Cosmin”.
Intentar
analizar el porqué de esta decisión es complicado ya que el directorio
cooperativista lo conforman personas de diversas creencias políticas.
Hay personas que siempre ejercieron una sola línea ideológica y hay otras a las
que en su momento las vimos convivir sin ningún complejo con la UCS , con Tuto Quiroga y ahora
con el sector disidente del MAS. Son personas que no tienen una armadura
ideológica sólida y por lo tanto no tienen ningún remordimiento a la hora de
firmar pactos incluso con sus peores enemigos.
En
consecuencia, el acuerdo Alcaldía-Cosmin equivale a dormir con el enemigo y
está condenado al fracaso porque fue firmado sobre la ilegalidad, porque se
utilizó el dedazo político para tumbar el Convenio Interinstitucional con el
fin de satisfacer a ambas partes, en una especie de “solución salomónica”,
siendo que el mandato de la última Asamblea de Socios era que la presidenta
tenía que hacer RESPETAR ese convenio, o sea, ella tenía que convertirse en
“celosa guardián” del mismo, tal como dice el spot que Cosmin difunde en
algunas radioemisoras. Nadie le autorizó que negocie entre cuadro paredes.
Ella
misma había preguntado al término de esa asamblea: “Socios y socias de Cosmin,
¿continuamos con el proyecto? ¿Estamos firmes en esto?”. Tímidamente, un grupo
de socios expresó su aprobación, aunque hubo ancianos que no entendieron el
sentido de las preguntas. En política nada es casual, y no es lo mismo
preguntar sobre el “convenio” que sobre el “proyecto” ya que son dos cosas
distintas.
Y
en este punto es que el acta de la asamblea habría sido redactada sutilmente
con un sentido ambiguo, haciendo parecer que lo que los socios aprobaron fue
que Cosmin defienda su rol en la fiscalización. Si se constatara que la
redacción del acta no refleja lo que supuestamente decidieron los socios, eso
sería grave.
Pero
la pregunta que se hacen algunos socios es: ¿para qué mostrar esas poses de integridad
ante los socios si de todas maneras iban a terminar pactando con el enemigo?
¿Para qué hacer circular un spot hablando del “mandato” de los socios (la
defensa del Convenio Interinstitucional) si iban a terminar negociando ese
mandato?
Se
jactan los cooperativistas de haber “tumbado” al fiscal de obras que de manera
abierta el Sr. Alcalde pretendía imponer con los buenos oficios de un senador
del partido gobernante. Pero es una verdad a medias, ya que si bien este nuevo
acuerdo significa una derrota moral para la Alcaldía pues no logró imponer a su
fiscal de obras, sin embargo, a los directivos de Cosmin les toca plantearse si
hicieron lo correcto al permitir que se tenga que modificar el convenio
simplemente para que ambas partes quedaran satisfechas, cuando lo correcto, lo
sabio, era que se haga respetar el documento, sobre todo la cláusula quinta,
que claramente indica que el fiscal de obras es potestad absoluta de Cosmin.
Pero, según parece, importa más llevar adelante un proyecto (“para no seguir
frenando el desarrollo de Minero”) que la defensa de los principios, ya que en
todo este tiempo, al menos eso se oía, el discurso recurrente era que jamás iban
a transar con la coalición municipal. “Cosmin no doblará las rodillas”, habían
dicho en el último boletín anual.
Pero
la política es el arte de lo posible y ninguna defensa de principios es viable
si no tienes una armadura moral ni espiritual. Porque cuando tienes esa armadura
estás capacitado para defender tus principios cueste lo que cueste, así como
hicieron Ghandi y Juana de Arco, y no escudarte en excusas básicas, desoyendo
el mandato de los socios a los que dices representar. Eso no hace un verdadero
líder.
Además
por las declaraciones de uno de los consejeros se llega a suponer que la
decisión de suscribir el nuevo acuerdo con la Alcaldía no fue tomada en la
oficina de Fedecaas, sino que ya había sido tomada entre cuatro paredes en
alguna reunión política en Minero, porque qué otra
cosa se puede entender cuando vemos a la señora vestida con sus mejores galas
y atuendos posando sonriente junto al enemigo de toda la vida.
Pero
los socios no autorizaron que se firme ningún acuerdo aparte del que ya existía,
sino que se haga respetar el Convenio Interinstitucional, y ahora la directiva
tendrá que explicar a la
Asamblea de Socios quién les autorizó que comprometieran 100.000
bolivianos para un experimento cuyo resultado no puede ser otro que el desastre.
Porque hablar de un fiscal de obras que tendrá que obedecer a dos amos es la
idea más absurda, pero esas decisiones son las que se toman cuando no se escucha el buen
consejo.
Sin
embargo, sería injusto cargar todo el peso de esta decisión sobre la señora
presidenta o sobre sus consejeros, ya que mucho tiene que ver en esto la
maldita división interna del MAS-IPSP en Minero. Y eso se vio claramente en la
intromisión del susodicho senador cuando en una carta de fecha 3/4/2012 el
entonces ministro Felipe Quispe Quenta autoriza al alcalde Freddy Rivero para
que designe al Fiscal de Obras “en atención” a una carta anterior enviada por
el senador Isaac Ávalos solicitando la designación del Ing. Napoleón Aguilera
Sánchez. El argumento era que la cláusula quinta tenía una “ambigüedad legal” y
por lo tanto se tenía que modificar el Convenio Interinstitucional. La trampa
estaba tendida.
En
esto se ve igualmente la orfandad de la cooperativa al no poder contar con un
diputado con el suficiente peso político como para hacerse respetar en su
propia circunscripción, y lo más triste es la orfandad de la presidenta en su
propio entorno, sin más respaldo que dos o tres OTBs, una mujer que tiene todo
el potencial para ser la gran líder que Minero espera, por su madurez mental,
por el temple que irradia, por la valentía que nos mostraba cuando se enfrentaba
al sistema político corrupto, incluso dotada de encanto y estética, tan
necesarios en la conquista del voto ciudadano, pero que por este tipo de decisiones
toda esa imagen se diluye, y por eso la vemos aislada, sola, sin bases
sociales, sin horizonte, sin la mística que se necesita para articular en torno
a ella un frente opositor fuerte, unido e incorruptible, teniendo que preguntarnos
dónde está esa vocación auténtica de cambio, en medio de una oposición dispersa
en islitas intrascendentes donde cada uno se agazapa en espera de la primera
oportunidad, sin arriesgar nada, sin ninguna estrategia global, facilitando así
los planes de la alianza municipal gobernante, que al haber logrado lo que se
proponía (tumbar el convenio) no tendrán dificultades
para terminar su gestión de cinco años, reduciendo a su mínima expresión la posibilidad
de un referendo revocatorio.
Pensándolo mejor, quizás sea ese el trasfondo que hay detrás del nuevo acuerdo político, o
sea, la reunificación del MAS en Minero en la cual serían tomados en
cuenta todos, incluso los traidores, los corruptos, los revolucionaros
de papel. Total, una “reunificación” de ese tipo haría que la vida sea más
fácil para todos; lo importante es que el negocie no se pare.
Finalmente,
para entender el porqué de algunas decisiones políticas basta un poco de lógica.
En ese aspecto es que el blog HoyMinero consultó al asesor legal de Cosmin, Dr.
Juan Carlos López, si tras ese acuerdo con la Alcaldía se frena el juicio por
injurias y calumnias anunciado por la presidenta en contra del concejal del
MAS-IPSP quien meses atrás sindicó de “corrupción” a la institución del agua.
“Este acuerdo no tiene nada que ver con eso”, dijo, añadiendo empero que aún no
recibió ninguna instructiva para llevar adelante proceso alguno en tal sentido.
Entonces todo parece cuadrar.
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