domingo, 11 de noviembre de 2012

Comienza la obra del alcantarillado y no son buenos los augurios

Cosmin había decidido no asistir al acto de inauguración – Acusaban al alcalde de “maniobras” y “triquiñuelas” y de violar el acuerdo de Santa Cruz – Hubo reunión de emergencia con el ministro de Medio Ambiente y Agua – La alianza municipal le arrebató nomás el fiscal de obras a la cooperativa – Ahora la entidad del agua deslinda responsabilidades en lo que pueda pasar con la construcción – “Hemos sido objeto de burla”, dice Gloria Becerra

Foto oficial de la inauguración de las obras civiles del proyecto de alcantarillado sanitario.

La ch’alla con champagne y los posteriores abrazos luego de la foto oficial fueron la muestra más patética de un “día histórico” que no fue feliz para nadie, al cabo de una ceremonia a la que solo asistieron tres o cuatro OTBs y unas cuantas decenas de personas, incluidos unos treinta jóvenes de la prepromoción de la U.E. Eulogio Arredondo que el honorable Valerio Rodríguez  ha tenido que llevar al lugar del evento con el fin de reforzar la masa de público. Pero ni con un sorteo de canastotes navideños pudieron atraer más gente.
En cierto momento, había más público en el acto de los residentes potosinos, que justamente se realizaba a esa misma hora, donde el ex alcalde Martín Reynaga criticó ácidamente a los concejales por no cumplir con su rol de fiscalizadores. Eso sí –dijo–, ellos son buenos para cobrar puntualmente sus dietas.
Tras la foto oficial hubo abrazos entre todos, menos entre el alcalde Freddy Rivero y la presidenta de Cosmin. La política tiene esos vaivenes ya que solo 15 días atrás ella misma había posado sonriente junto al alcalde para una foto en la ciudad de Santa Cruz. Pero ahí no había problema porque esa foto no la estaba tomando ningún medio de prensa.
El acto de inauguración empezó con dos horas de retraso porque el directorio de Cosmin había decidido no asistir al mismo y en una áspera reunión con el ministro se le hizo conocer que ya no iban a participar en la fiscalización. Esa reunión se efectuó en las oficinas de la cooperativa y ahí estaban todos, el alcalde y su oficial mayor, la empresa COMSI Ltda., el supervisor, Fedecaas, todos, menos el fiscal de obras, que se convirtió en el problema sobre el que finalmente no hubo acuerdo. “Cosmin se hace a un lado de la fiscalización, pues que lo haga la Alcaldía”, dijo Gloria Becerra quien el 25 de octubre había suscrito con el alcalde una adenda al Convenio Interinstitucional según la cual Cosmin iba a financiar el 50 por ciento de la contratación del fiscal de obras “para no frenar el desarrollo de Minero”. Esta adenda era ilegal porque las autoridades de la cooperativa no tenían ninguna autorización de la Asamblea de Socios para comprometer una inversión de 100.000 bolivianos. Pero la inserción de una comisión de calificación mixta en el documento también había sido ilegal, como lo reconoció el propio ministro José Antonio Zamora. O sea, iban de una ilegalidad a otra, con la aparente finalidad de imponer un fiscal de obras funcional a sus intereses que les garantice la orden de cambio que se requiere para activar la utilización de la contraparte municipal del 20% (4.600.000 bolivianos).
En la reunión con el ministro se observó la soledad de la presidenta de Cosmin, en tanto que todos los demás presentes, incluso el presidente de Fedecaas, en sus intervenciones mostraban que eran funcionales a la impostura sobre una institución que no solo es pequeña en tamaño sino anímicamente débil y que ya no tenía fuerzas para seguir luchando. La ley del más fuerte se imponía una vez más.
Era realmente curioso ver a un ministro del Estado amagando cada cinco minutos con abandonar la reunión, poniendo a la presidenta contra la pared, presionándola desde todos los rincones con toda clase de argumentos. Y pese a que en una reciente carta enviada al ministro denuncian lo que definen como “maniobras” y “triquiñuelas” del alcalde, volvieron a aceptar una nueva adenda, así como la enmienda de la cláusula quinta del Convenio Interinstitucional que era lo que había “sugerido” el senador Isaac Ávalos. Si el anterior fiscal de obras contratado por la Alcaldía había sido producto del dedazo del aludido parlamentario, el proceso de contratación del nuevo fiscal de obras se habría hecho violando todos los procedimientos legales ya que no hay pruebas de que se hubiera efectuado el acto de apertura de sobres ni que se hubiera conformado la comisión “mixta”. Además se habría presentado un solo proponente.
“Hemos sido objeto de burla, ayer firmaron el contrato con el fiscal de obras y a nosotros ni siquiera nos avisaron”, se quejó Becerra. Pero igual ella decidió asistir al acto de inauguración, que comenzó cerca de las 12:00 p.m. A diferencia de los cánticos y la serpentina con que fueron recibidos el ministro y el alcalde, para la presidenta de Cosmin, que llegó unos diez minutos después, no hubo tal cosa, y en la tarima evitó ocupar el asiento que había reservado al lado del alcalde y apareció sentada nada menos que junto al concejal Valerio pero en la hora que duró el evento ambos ni se miraron, al tiempo que los concejales Flambury y Guamán aparecieron debajo de la tarima, sin nadie que les rindiera honores por su condición de autoridades electas, como si fueran cualquier cosa. Qué humillación.
En la hora de los discursos la presidenta de Cosmin lamentó la gran ausencia del público minereño, hizo ver que las diferencias con el alcalde no fueron resueltas y dejó claramente establecido que Cosmin no tendrá parte en la fiscalización: “Cosmin deslinda responsabilidades por lo que hubiese en lo posterior. No seremos partícipes de alguna mala ejecución [de la obra]”, advirtió Becerra. Sin embargo, no dijo nada sobre la contraparte municipal del 20% ni sobre el proyecto de Cosmin que costó 74 mil dólares y que acabó desechado, según revelara públicamente el Ing. Ramiro Tirao.
A su vez el alcalde Freddy Rivero se felicitó porque primera vez que en Minero se invierten 23 millones de bolivianos en un solo proyecto y dijo que la utilización de la contraparte del 20% se hará “en caso de ser necesario”, a la vez que expresó su agradecimiento al presidente Evo Morales Ayma por esa inversión social.
A su turno el ministro José Antonio Zamora convocó a las autoridades de la Alcaldía y de Cosmin a resolver sus diferencias con el fin de evitar interrupciones durante la construcción de la obra y pidió la institucionalización de un control social que pueda hacer seguimiento permanente a los trabajos.
Tras los discursos vino la hora de la ch’alla con las maquinarias de la empresa COMSI Ltda. Era notorio que varios personajes no se sentían a gusto. Según la tradición, la ch’alla es un rito con el que se pide la bendición de la Pachamama, pero con todos los episodios que antecedieron a este “día histórico”, con violación descarada de los procedimientos legales, con enemigos que se alían para tumbar el Convenio Interinstitucional, con decisiones que se toman entre cuatro paredes, con asuntos que son dejados en la nebulosa (no se sabe si va el proyecto de Cosmin o el de Pirámide S.R.L.), ocultamiento de la información, una cooperativa que no asume aún una posición clara sobre si apoya o no el uso de la contraparte del 20% y los “intereses” de las partes a las que hizo alusión el ministro, todo ello configura un futuro incierto en relación con esta obra. Y la serie de obras abandonadas, colapsadas o mal hechas en estos años no hacen sino alimentar esas sospechas.

10/11/2012 Reunión de emergencia de Cosmin y la Alcaldía con el ministro de Medio Ambiente y Agua.
El tema del fiscal de obras puso sobre el tapete que lo que menos importa es la calidad de la obra.
Aquí lo que desvela a unos y otros es ejecutar la contraparte municipal del 20 por ciento.
Para qué vamos a mentirnos. Son Bs 4.600.000, es cuestión de hacer números.

De otro modo, hacer política no tendría sentido.

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