viernes, 9 de noviembre de 2012

A puertas cerradas ventilan asuntos cruciales de la obra de alcantarillado

Transparencia sería hacer las cosas a la vista del público, no encerrados entre cuatro paredes, como si ocultaran o tramaran algo. Mala señal la que dan unos y otros.

9/11/2012.- Directivos de Cosmin salen de la oficina del oficial mayor. 
Allí se encerraron con las autoridades municipales durante una hora y 
media, sin grabadoras ni cámaras fotográficas, sin nadie que pueda 
vigilarlos. Así es como entienden la transparencia.
Las horas previas a un día que es considerado como “histórico” han trascurrido en un contexto de reuniones en uno y otro lado, a puertas cerradas, entre cuatro paredes, en el más completo hermetismo, sin ninguna voluntad de proporcionar información ni en las autoridades municipales ni en la cooperativa de agua, donde con maniobras su presidenta se dio modos para deshacerse del periodista del blog HoyMinero con el fin de no responder a preguntas cruciales sobre la construcción del alcantarillado. Encima una de las consejeras se abalanzó contra el comunicador recriminándole por el contenido de una publicación reciente.
Según el programa oficial, a las 10:00 a.m. de hoy sábado habrá un acto simbólico de inicio de la obra. No viene el presidente Evo Morales, pese a que este mismo sábado por la tarde inaugurará varias obras en la comunidad de Cuatro Ojitos.
Llama la atención que la comitiva del Jefe de Estado no pueda recorrer los ocho kilómetros que separan a Cuatro Ojitos de Minero para dar realce a un evento que las autoridades locales consideran “histórico”. Y la razón es obvia: el mandatario no vendrá a exponer su imagen en un proyecto sobre el que no hay ninguna garantía de que pueda tener un final feliz pese al acuerdo Alcaldía-Cosmin rubricado el 25 de octubre pasado. Y la división interna del MAS-IPSP solo empeora las cosas.
Este viernes se efectuaron varias reuniones de alto nivel en la Alcaldía y en Cosmin. Se suponía que hoy debía firmarse el contrato con el nuevo fiscal de obras y que luego debía ser presentado en acto público. Nada de eso ocurrió sino que todo lo hicieron a puertas cerradas. A pesar de que están en juego 23.194.444 bolivianos de las arcas del Estado, no se permitió el ingreso de medios de prensa y tampoco se brindó ninguna información, lo que sí se pudo observar fue mucha tensión en las partes negociadoras, lo que muestra que pese al acuerdo firmado hay todavía asuntos sin resolver, como quién tendrá la tutela sobre el fiscal de obras, cuya convocatoria pública fue lanzada el 26 de octubre pero cuyo proceso se llevó a cabo en la total oscuridad ya que no hay indicios de que se hubiera realizado el acto de apertura de sobres ni la conformación de una comisión para calificar a los profesionales postulantes tal como establece la propia convocatoria. No se sabe nada de ese proceso de licitación. Una vez más, las evasivas con las que actúan las autoridades locales hacen suponer que el fiscal de obras terminó siendo una impostura parecida a la anterior y lo más probable es que las dos partes hubieran “consensuado” el nombre del fiscal antes de la firma del acuerdo y que la licitación pública haya sido solo para guardar las apariencias. “Ing. Tirao, ¿puede darnos el nombre del fiscal de obras?”, le preguntó el blog HoyMinero al jefe de la Unidad Coordinadora de Proyectos del Ministerio de Medio Ambiente y Agua al salir con rostro tenso de una reunión reservada en Cosmin, y el aludido apuró el paso para evadir al periodista pero dijo: “Busque a la gente de Cosmin, ellos manejan esa información”. A su vez el semblante de la presidenta era el reflejo de la ira contenida.
Lo que se pudo averiguar es que el fiscal de obras sería un profesional de Santa Cruz. En una reunión reservada efectuada el sábado 3 de noviembre la presidenta de Cosmin se había comprometido a apoyar a un profesional minereño. Este punto habría sido motivo de nuevas fricciones entre los dos bandos. El fiscal de obras tendrá la facultad de autorizar la orden de cambio que se requiere para activar la contraparte municipal del 20% (unos 4.600.000 bolivianos), aunque de dientes para afuera se diga que esos recursos se utilizarán “solo en caso de ser necesario”. Sería ese el meollo del asunto, pues no tener peso sobre el fiscal de obras puede significar menos posibilidades de tener voz y voto en esos recursos. 

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