miércoles, 17 de julio de 2013

Sectores de la oposición ahora van en busca del nuevo Control Social

Oficialismo no logró aprobar un reglamento presentado por la subFejuve – El proyecto descarta la elección de la hija del alcalde – Revocadores denuncian discriminación – Piden ser incluidos en la estructura de control y vigilancia
 
Una ilustración del diario El Día.
Tras fracasar en el intento de revocar al alcalde Freddy Rivero, dirigentes de varias instituciones opositoras llegaron hoy en tropel a las oficinas del Concejo con el afán de frenar la aprobación de un reglamento que, una vez aprobado por el órgano deliberante, pondrá en vigencia la Ley de Control Social en el municipio de Minero.
Como se sabe, la promulgación de esa norma significó la muerte del Comité de Vigilancia y por eso es que hace varios meses que literalmente no hay control social en nuestro municipio.
Esta tarde decenas de dirigentes vecinales, unos afines a la alianza municipal MIR-MNR-MAS y otros que siguen al diputado masista Edwin Tupa, hicieron oír sus posiciones, hubo gritos y desorden en la sala, mientras el secretario de Autonomía, Valerio Rodríguez, trataba de salirse por la tangente. “No me he metido en esto para que no digan que los masistas queremos tomar el control social”, dijo, aunque, como insinuó off the record el concejal de ASIP, la nueva ley responde a una estrategia gubernamental para que los movimientos sociales afines al proceso de cambio terminen copando el control social en Bolivia.
La idea disimulada del oficialismo era aprobar el proyecto enviado por Luz Kerling Rivero, presidenta de Santa Rosa, con la firma de decenas de instituciones locales. “En la elaboración del reglamento hemos incluido a todas las organizaciones sociales, no hemos discriminado a nadie; el hecho de ser la hija del alcalde no me quita el derecho a dejar un legado a mi pueblo”, decía la Sra. Rivero, al tiempo que hacía ver que el Art. 12 inciso 6 del proyecto establece que no podrán ser miembros del control social personas que tuvieran parentesco con autoridades municipales hasta el tercer grado de consanguinidad y el segundo grado de afinidad. “Yo misma me estoy descartando para presidir el control social”, añadió ella.
Aunque con todo el derecho a decir lo que pensaban, los dirigentes opositores llegaron algo confundidos a la sala de sesiones del Concejo. Ellos denunciaron haber sido discriminados en la elaboración del reglamento. “A mí nunca me tomaron en cuenta”, dijo la presidenta paralela del barrio 25 de Diciembre, al tiempo que la otra presidenta de ese barrio afirmaba precisamente lo contrario. También salió a luz una reunión de OTBs afines a Tupa en la casa de Zenón Soto a la que por supuesto no fueron invitadas las OTBs afines al alcalde.
En medio de esa confusión la presidenta de Cosmin, Gloria Becerra, llegó a proponer la inclusión de Cosmin en la estructura del nuevo control social. Para colmo de males, las OTBs opositoras habían hecho llegar al Concejo una carta firmada por varios dirigentes en la que cuestionaban al Concejo por haber aprobado una supuesta “Ley Municipal de Control Social”, cosa que era cierta pero que no era lo que suponían. “Es una carta burra la que nos han mandado”, dijo fuera de grabadora el presidente de los deliberantes.
El presidente de la cooperativa de trufis Avaroa, Marcial Baldivieso, cuestionó al honorable Valerio porque, en su criterio, se presta a la supuesta discriminación de organizaciones sociales que, aunque respaldan al presidente Evo Morales, sin embargo no apoyan a la actual administración municipal y en los últimos meses promovieron abiertamente el revocatorio de cuatro autoridades municipales.
Justo cuando las papas quemaban y la sala bullía de gritos, el Ing. Ruddy Rodríguez hizo el ademán de someter a votación el mencionado reglamento, acto que fue atajado por el concejal opositor Límber Guamán, quien hizo ver que el proyecto había llegado ese mismo día, lo cual fue secundado por Darwin Flambury quien reconoció que ni siquiera lo había leído. “Por responsabilidad yo no puedo aprobar algo que no he leído”, dijo. “Pero esto lo podemos leer en diez minutos y listo”, terció su colega del MAS-IPSP.
En la mesa de debates también estaba el oficial mayor Osberth Carrillo quien a todo pulmón intentó despejar cualquier duda sobre las intenciones del oficialismo: “El control social no es para que vaya a caer en manos de los parientes de ninguna autoridad pública”, dijo el funcionario masista. Palabras que merecieron los aplausos no solo de las OTBs oficialistas sino también de las opositoras.
Al final el Concejo decidió dar unos días más de plazo a los dirigentes opositores para que puedan presentar un proyecto alternativo, con la promesa de analizar y debatir ambos proyectos y sacar un reglamento consensuado. “Pero si la intención de esas OTBs es tomar el control social con fines políticos, al día siguiente les vamos a armar otro control social”, advirtió un jerarca municipal.


ALGUNOS DETALLES DEL PROYECTO DE REGLAMENTO 
PRESENTADO POR LA SUB-FEJUVE
-En el marco de la Ley de Participación y Control Social, el proyecto presentado por Luz Kerking Rivero y otras instituciones establece que existen dos tipos de actores de control social: el “orgánico” y el “circunstancial”, y entre sus finalidades enuncia que pretende “transparentar la gestión pública en el manejo de los recursos y gastos”.
-De acuerdo a la proyectista, dichos actores podrán participar en la elaboración de los POAs y en el control de la ejecución de los programas y proyectos municipales, así como en la toma de decisiones en las áreas de salud y educación.
-Los actores del control social podrán denunciar actos irregulares y asimismo promover el procesamiento y exigir el cumplimiento de resoluciones judiciales en contra de autoridades, funcionarios y empleados que administre recursos fiscales y/o recursos naturales y que presten servicios básicos.
-“Identificar y denunciar hechos de corrupción”, es otro postulado.
-El control social estará conformado por 7 delegados titulares (y 7 suplentes), de los cuales 4 saldrán de las OTBs y juntas vecinales tanto del área urbana como rural, 1 saldrá de las organizaciones de mujeres, jóvenes, ancianos y discapacitados, 1 de organizaciones sindicales, indígenas y cooperativistas; y 1 de las organizaciones gremiales y productivas.
-Habrá siete cargos: presidente, vicepresidente, secretario general, secretario de hacienda; secretario de organizaciones, género y generacional; secretario de relaciones públicas y anticorrupción; y secretario de servicios básicos (que podrá surgir de una de las tres cooperativas: agua, luz o teléfonos).
-Ningún miembro del control social recibirá salario alguno.

-La nueva institución no tendrá poderes absolutos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario