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| A la izquierda, intervención del oficial mayor, y a la derecha, las razones de la presidenta de la sub-Fejuve. |
El Concejo desechó el proyecto de la oposición - Concejal Flambury
afirma que el reglamento propuesto por la sub-Fejuve era el “más completo” - “El
Comité de Vigilancia fue una institución servil y cómplice de toda la corrupción que ha
habido [en Minero]”, opina comunicador
El conductor del noticiero de radio Melodía, Juan Zurita, ha
desahuciado a la naciente institución de control social porque, en su criterio,
fue armada entre cuatro paredes por las fuerzas políticas dominantes y es una
fotocopia del anterior Comité de Vigilancia.
“Este reglamento el Concejo ya lo tenía cocinado y han aprobado algo
que es lo mismo que era el Comité de Vigilancia, o sea, algo que nunca
funcionó, y ¿qué resultados estamos teniendo de eso?, obras paralizadas, obras
inconclusas, viáticos jugosos, sueldos por aquí, sueldos por allá; hemos ido de
mal en peor”, dijo el comunicador.
Hoy por la mañana el órgano deliberante puso sobre la mesa dos
proyectos para reglamentar la Ley de Participación y Control Social promulgada
el 5 de febrero por el Poder Ejecutivo. Uno es el proyecto presentado por la
sub-Fejuve presidida por Luz Kerling Rivero, hija del actual alcalde, y el otro
fue propuesto por dirigentes de juntas vecinales e instituciones afines al diputado
masista Edwin Tupa, quien desde que comenzó su mandato ha sido proscrito por el
bando del MAS-IPSP que hoy cogobierna la Alcaldía de Minero.
Según narró Zurita, el oficialismo ni siquiera consideró el proyecto
propuesto por los sectores disidentes y acabó utilizando su rodillo para viabilizar el proyecto de la sub-Fejuve. Incluso Darwin Flambury –que suele proclamarse
como el referente de una pretenciosa “oposición constructiva”– desechó el
reglamento de los opositores porque, en su criterio, el documento tenía “vacíos”
que empero no especificó. “Las dos propuestas tienen muchas similitudes, pero
creo que deberíamos aprobar la que está más completa”, dijo Flambury. Y
obviamente la más completa era la propuesta de la sub-Fejuve. Demás está decir
por cuál de los dos proyectos se inclinaron los honorables Valerio Rodríguez y
Fátima Egüez.
Zurita también lamentó que no se hubiera incluido a los medios de
comunicación en la discusión del nuevo reglamento de control social. “El
Concejo nunca nos dijo nada sobre este asunto”, dijo, y añadió que el anterior Comité
de Vigilancia era una institución politizada y “servil” al alcalde de turno y
que la historia no cambiará.
Por su lado el dirigente provincial de la Federación Única de
Trabajadores Campesinos, el masista Félix Choque, también cuestionó a la coalición municipal: “Nosotros
queremos un control social de verdad, no como era el Comité de Vigilancia”,
dijo, y amenazó con convocar a un ampliado campesino con el fin de descertificar el
nuevo reglamento.
A su turno la Sra. Rivero aseguró que todos los sectores fueron
incluidos en su proyecto y que no se marginó a nadie. “Los que ahora se quejan
de que no son incluidos se comprometieron a organizar un control social para fiscalizar
la construcción de la carretera y no lo han hecho”, dijo, en tanto que el
oficial mayor Osberth Carrillo, de las filas del MAS, advirtió contra los
afanes de la oposición de convertir al nuevo control social en un ente
deliberante, facultad que, en su criterio, solo le compete al Concejo
Municipal.
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