El Ing. Raúl Vedia y autoridades locales en la reunión del martes 11. |
El
fiscal de la obra del alcantarillado sanitario no ha aparecido hasta ahora por
el lugar de los trabajos, sin embargo, ya habría autorizado una orden de cambio
para “readecuar” el proyecto de Pirámide S.R.L. y efectuar obras adicionales
cuyo costo saldrá de las arcas municipales, según se conoció en las últimas
horas.
De
esa manera, antes de que la construcción tuviera siquiera un avance del 5 por
ciento, la Alcaldía ya estaría dando curso al uso de la contraparte municipal
del 20% (Bs 4.600.000).
La
noche del martes pasado, en una reunión efectuada en el Mercado Campesino,
vecinos del barrio Nueva Esperanza hicieron conocer al alcalde Freddy Rivero
una serie de denuncias y observaciones técnicas cuando apenas ha transcurrido
una semana desde que la asociación accidental Comsi Ltda. iniciara los trabajos.
Algunos vecinos interpelaron directamente a la autoridad edil, según dijeron,
por la mala calidad de las obras ejecutadas en Minero debido precisamente a la
falta de fiscalización.
El
principal cuestionamiento se refiere a que la empresa adjudicataria
estaría colocando los tubos sin efectuar la compactación respectiva del suelo,
lo que a la larga podría alterar el factor de la gravedad y hacer que el
sistema colapse. Varios vecinos dijeron haber sido testigos oculares de ello y
preguntaron por qué hasta la fecha no han aparecido en los sitios de trabajo ni
el supervisor, que depende del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, ni el
fiscal de obra, a quien la Alcaldía ha contratado por cerca de
200.000 bolivianos.
Otro
reclamo tiene que ver con el grosor de los tubos. Según el DBC (Documento Base
de Contrataciones), el diámetro de los colectores varía entre 15 y 35
centímetros, pero algunos vecinos aseguran haber visto que se colocó tubos de
cuatro pulgadas (10 centímetros), lo cual, de ser cierto, violaría el pliego de
especificaciones.
También
hay preocupación porque, una vez colocados los tubos, las zanjas quedan
cubiertas de lodo y agua, por lo que algunos se preguntan si los proyectistas
estudiaron el nivel freático del suelo en Minero. Ello podría provocar hundimientos
por el peso de los vehículos motorizados, según observaron los vecinos.
El
presidente del barrio Nueva Esperanza, Domingo Irusta, prefirió mantener
distancia de los cuestionamientos de los vecinos y evitó interpelar al alcalde.
Pero su posición respecto a la cooperativa Cosmin fue muy clara y es que, según
dijo, esa institución tiene que ser parte de la fiscalización. “Porque si
Cosmin no contrata a un profesional para que haga seguimiento a la obra,
estamos prácticamente a ciegas”, dijo Irusta, quien en forma insistente trató
de persuadir a la presidenta de Cosmin de que contratara a un fiscal de obra
propio, a lo cual la aludida autoridad no se negó señalando que, si la Asamblea de Socios le
autoriza, ella lo ejecutará, “porque los 100.000 bolivianos que teníamos aún
están ahí vigentes”. Esto último respecto al acuerdo suscrito con el gobierno
municipal para contratar a un solo fiscal de obra en partes iguales, lo cual
fracasó.
A
todo esto el alcalde presentó al fiscal de obra, que resultó ser el Ing. Raúl Vedia
Montero, quien en sus intervenciones dio la impresión de estar haciendo
seguimiento a control remoto porque él mismo reconoció que se encuentra ocupado
en la ciudad de Santa Cruz trabajando en la readecuación del proyecto. Resulta
que la consultora Pirámide S.R.L. habría pasado por alto cinco manzanos
completos ya que, según dijo el alcalde, supusieron que el barrio Progreso
llegaba hasta la carretera y dejaron esos cinco manzanos fuera del área de
cobertura, y porque de la noche a la mañana se decidió que edificaciones de
gran tamaño como el estadio de fútbol, el coliseo municipal, el tecnológico y
otras tengan también el servicio de alcantarillado sanitario, aspecto que
tampoco habría sido tomado en cuenta por la consultora Pirámide S.R.L.
“Los
proyectos no son infalibles. Hemos detectado que hay cinco manzanas que
[quedaron al margen del área de cobertura ya que] la consultora que elaboró el proyecto, Pirámide
S.R.L., asumió que el barrio Progreso llegaba hasta el asfalto. Es una falla. Entonces
todo lo que no está en el proyecto nosotros tenemos que pagarlo como Alcaldía,
no lo va a pagar Cosmin”, dijo Rivero.
Por
su parte el Ing. Vedia dijo lo siguiente: “Pirámide S.R.L. trabajó sobre un
proyecto que era obsoleto, entonces ese proyecto necesitaba una readecuación y esa
readecuación tardó un mes. Por ejemplo, en esos cinco manzanos todavía la cosa
no está concluida porque falta el estudio topográfico […] para poderlos meter
en el proyecto que se adjudicó [Comsi]. Hay mucha tela que cortar todavía, pero
sobre la marcha estamos tratando de actualizar un proyecto que realmente estaba
obsoleto”.
Como
era de suponer, las autoridades de Cosmin negaron aquello y defendieron su
proyecto, aunque el burgomaestre hizo ver que la cooperativa gastó 90 mil
dólares “en un proyecto que fue desechado”, dejando así flotando la duda entre
los presentes.
El
Ing. Vedia aseguró a los vecinos que “no hay problema” con las observaciones
planteadas y deslindó responsabilidad sobre la colocación de los tubos. “Aquí
debería estar [el supervisor] para que explique lo que está pasando y por qué”,
dijo, reconociendo empero que existe un problema con el nivel freático.
“Yo
le pido, Ing. Vedia, hay que ajustar esa cosita para que se cumplan las
especificaciones”, dijo a su vez el Ing. Julio César Arroyo, director de la
oficina municipal de Obras Públicas.
Sin
embargo, gradualmente Irusta se hizo eco de las observaciones planteadas por
los vecinos de su barrio y pidió al alcalde que ponga más énfasis en la fiscalización
del alcantarillado, “porque si es como están diciendo los vecinos, la obra va a
salir pésima”.
Algunos
vecinos también se mostraron cansados del enfrentamiento verbal entre el
alcalde y la presidenta de Cosmin, quienes en sus intervenciones volvieron a
repetir los argumentos que los separan. La reunión, a la que no asistió la
empresa supervisora ni la empresa constructora, terminó con la presidenta de
los cooperativistas haciendo abandono (luego de un altercado con el fiscal de
obra) y con el alcalde interpelado por algunos vecinos que le reclamaron la
falta de obras. A uno de ellos lo desafió a un debate a fin de establecer si en
sus dos años y medio de gestión hubo o no obras en Minero.
Y
al final no hubo compromisos que permitan suponer que las observaciones
planteadas por los vecinos serán resueltas por la empresa constructora ya que
quedó claro que el fiscal de obra contratado por la Alcaldía está ocupado en la
readecuación del proyecto de Pirámide S.R.L. “La obligación del fiscal primero
es la readecuación del proyecto y ese trabajo lo tengo que hacer en la ciudad
de Santa Cruz, no en Minero”, dijo Vedia. Pirámide S.R.L. es casualmente la
consultora que el poder municipal y un senador del Movimiento al Socialismo
habían utilizado para tumbar el proyecto de Cosmin. Ahora resulta que esa consultora
había hecho un mal trabajo, razón más que suficiente para comenzar a utilizar
la contraparte municipal del 20 por ciento.
A la izquierda, la forma como están enterrando los colectores. A la derecha, tubos de 6 pulgadas. |
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