miércoles, 12 de diciembre de 2012

La obra del alcantarillado ya está observada y ahora resulta que hay que volver a “readecuar” el proyecto

Lo anunció el propio alcalde – Pirámide S.R.L. hizo un mal trabajo – Dejó fuera del área de cobertura 5 manzanos del Casco Viejo – Asumieron que ya tenían alcantarillado – “Esto lo pagará la Alcaldía, no lo pagará Cosmin” – Ahora se dieron cuenta de que el estadio de fútbol y el tecnológico también requieren de alcantarillado sanitario  – Fiscal de la obra hace “seguimiento” desde la ciudad de Santa Cruz – “No hay problema, todo está correcto”, asegura – Domingo Irusta acorrala a Cosmin para que contrate a un fiscal aparte – “Es su obligación moral. Si no lo hacen, el pueblo los pondrá en el banquillo de los acusados", advierte el presidente del barrio Nueva Esperanza.

El Ing. Raúl Vedia y autoridades locales en la reunión del martes 11.
El fiscal de la obra del alcantarillado sanitario no ha aparecido hasta ahora por el lugar de los trabajos, sin embargo, ya habría autorizado una orden de cambio para “readecuar” el proyecto de Pirámide S.R.L. y efectuar obras adicionales cuyo costo saldrá de las arcas municipales, según se conoció en las últimas horas.
De esa manera, antes de que la construcción tuviera siquiera un avance del 5 por ciento, la Alcaldía ya estaría dando curso al uso de la contraparte municipal del 20% (Bs 4.600.000).
La noche del martes pasado, en una reunión efectuada en el Mercado Campesino, vecinos del barrio Nueva Esperanza hicieron conocer al alcalde Freddy Rivero una serie de denuncias y observaciones técnicas cuando apenas ha transcurrido una semana desde que la asociación accidental Comsi Ltda. iniciara los trabajos. Algunos vecinos interpelaron directamente a la autoridad edil, según dijeron, por la mala calidad de las obras ejecutadas en Minero debido precisamente a la falta de fiscalización.
El principal cuestionamiento se refiere a que la empresa adjudicataria estaría colocando los tubos sin efectuar la compactación respectiva del suelo, lo que a la larga podría alterar el factor de la gravedad y hacer que el sistema colapse. Varios vecinos dijeron haber sido testigos oculares de ello y preguntaron por qué hasta la fecha no han aparecido en los sitios de trabajo ni el supervisor, que depende del Ministerio de Medio Ambiente y Agua, ni el fiscal de obra, a quien la Alcaldía ha contratado por cerca de 200.000 bolivianos.
Otro reclamo tiene que ver con el grosor de los tubos. Según el DBC (Documento Base de Contrataciones), el diámetro de los colectores varía entre 15 y 35 centímetros, pero algunos vecinos aseguran haber visto que se colocó tubos de cuatro pulgadas (10 centímetros), lo cual, de ser cierto, violaría el pliego de especificaciones.
También hay preocupación porque, una vez colocados los tubos, las zanjas quedan cubiertas de lodo y agua, por lo que algunos se preguntan si los proyectistas estudiaron el nivel freático del suelo en Minero. Ello podría provocar hundimientos por el peso de los vehículos motorizados, según observaron los vecinos.
El presidente del barrio Nueva Esperanza, Domingo Irusta, prefirió mantener distancia de los cuestionamientos de los vecinos y evitó interpelar al alcalde. Pero su posición respecto a la cooperativa Cosmin fue muy clara y es que, según dijo, esa institución tiene que ser parte de la fiscalización. “Porque si Cosmin no contrata a un profesional para que haga seguimiento a la obra, estamos prácticamente a ciegas”, dijo Irusta, quien en forma insistente trató de persuadir a la presidenta de Cosmin de que contratara a un fiscal de obra propio, a lo cual la aludida autoridad no se negó señalando que, si la Asamblea de Socios le autoriza, ella lo ejecutará, “porque los 100.000 bolivianos que teníamos aún están ahí vigentes”. Esto último respecto al acuerdo suscrito con el gobierno municipal para contratar a un solo fiscal de obra en partes iguales, lo cual fracasó.
A todo esto el alcalde presentó al fiscal de obra, que resultó ser el Ing. Raúl Vedia Montero, quien en sus intervenciones dio la impresión de estar haciendo seguimiento a control remoto porque él mismo reconoció que se encuentra ocupado en la ciudad de Santa Cruz trabajando en la readecuación del proyecto. Resulta que la consultora Pirámide S.R.L. habría pasado por alto cinco manzanos completos ya que, según dijo el alcalde, supusieron que el barrio Progreso llegaba hasta la carretera y dejaron esos cinco manzanos fuera del área de cobertura, y porque de la noche a la mañana se decidió que edificaciones de gran tamaño como el estadio de fútbol, el coliseo municipal, el tecnológico y otras tengan también el servicio de alcantarillado sanitario, aspecto que tampoco habría sido tomado en cuenta por la consultora Pirámide S.R.L.
“Los proyectos no son infalibles. Hemos detectado que hay cinco manzanas que [quedaron al margen del área de cobertura ya que] la consultora que elaboró el proyecto, Pirámide S.R.L., asumió que el barrio Progreso llegaba hasta el asfalto. Es una falla. Entonces todo lo que no está en el proyecto nosotros tenemos que pagarlo como Alcaldía, no lo va a pagar Cosmin”, dijo Rivero.
Por su parte el Ing. Vedia dijo lo siguiente: “Pirámide S.R.L. trabajó sobre un proyecto que era obsoleto, entonces ese proyecto necesitaba una readecuación y esa readecuación tardó un mes. Por ejemplo, en esos cinco manzanos todavía la cosa no está concluida porque falta el estudio topográfico […] para poderlos meter en el proyecto que se adjudicó [Comsi]. Hay mucha tela que cortar todavía, pero sobre la marcha estamos tratando de actualizar un proyecto que realmente estaba obsoleto”.
Como era de suponer, las autoridades de Cosmin negaron aquello y defendieron su proyecto, aunque el burgomaestre hizo ver que la cooperativa gastó 90 mil dólares “en un proyecto que fue desechado”, dejando así flotando la duda entre los presentes.
El Ing. Vedia aseguró a los vecinos que “no hay problema” con las observaciones planteadas y deslindó responsabilidad sobre la colocación de los tubos. “Aquí debería estar [el supervisor] para que explique lo que está pasando y por qué”, dijo, reconociendo empero que existe un problema con el nivel freático.
“Yo le pido, Ing. Vedia, hay que ajustar esa cosita para que se cumplan las especificaciones”, dijo a su vez el Ing. Julio César Arroyo, director de la oficina municipal de Obras Públicas.
Sin embargo, gradualmente Irusta se hizo eco de las observaciones planteadas por los vecinos de su barrio y pidió al alcalde que ponga más énfasis en la fiscalización del alcantarillado, “porque si es como están diciendo los vecinos, la obra va a salir pésima”.
Algunos vecinos también se mostraron cansados del enfrentamiento verbal entre el alcalde y la presidenta de Cosmin, quienes en sus intervenciones volvieron a repetir los argumentos que los separan. La reunión, a la que no asistió la empresa supervisora ni la empresa constructora, terminó con la presidenta de los cooperativistas haciendo abandono (luego de un altercado con el fiscal de obra) y con el alcalde interpelado por algunos vecinos que le reclamaron la falta de obras. A uno de ellos lo desafió a un debate a fin de establecer si en sus dos años y medio de gestión hubo o no obras en Minero.
Y al final no hubo compromisos que permitan suponer que las observaciones planteadas por los vecinos serán resueltas por la empresa constructora ya que quedó claro que el fiscal de obra contratado por la Alcaldía está ocupado en la readecuación del proyecto de Pirámide S.R.L. “La obligación del fiscal primero es la readecuación del proyecto y ese trabajo lo tengo que hacer en la ciudad de Santa Cruz, no en Minero”, dijo Vedia. Pirámide S.R.L. es casualmente la consultora que el poder municipal y un senador del Movimiento al Socialismo habían utilizado para tumbar el proyecto de Cosmin. Ahora resulta que esa consultora había hecho un mal trabajo, razón más que suficiente para comenzar a utilizar la contraparte municipal del 20 por ciento.

A la izquierda, la forma como están enterrando los colectores. A la derecha, tubos de 6 pulgadas.

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