La construcción del sistema de alcantarillado sanitario avanza sin la presencia del supervisor ni del fiscal de obra, según ha podido constatar este medio escrito hoy martes 11 de diciembre durante una inspección de dos horas en los distintos frentes de trabajo desplegados en el barrio Nueva Esperanza donde el único responsable era un ingeniero dependiente de la asociación accidental Comsi Ltda., adjudicataria del millonario proyecto.
El
supervisor depende del Ministerio de Medio Ambiente y Agua y el fiscal de obra depende
de la Alcaldía, en tanto que la cooperativa Cosmin, que será la operadora del
sistema cuando esté terminado, ha deslindado cualquier responsabilidad en la
fiscalización.
Algunos
vecinos que se dan tiempo para observar los trabajos también hicieron notar
este aspecto. Están preocupados porque, según dijeron, se está colocando tubos
muy delgados, se menciona que son de 6 pulgadas e incluso algunos dicen que
vieron tubos de 4 pulgadas, lo cual, de ser cierto, violaría el DBC que
establece diámetros de entre 150 y 350 milímetros.
Consultado
al respecto el ingeniero de Comsi Ltda. indica que en este barrio se está
colocando colectores secundarios de 6 pulgadas debido a la baja densidad
poblacional, pero que el diámetro de los tubos irá aumentando a medida que las excavaciones
vayan llegando a las zonas céntricas donde los colectores serán de 30 y 35
cm de diámetro, explica.
Pero
la principal queja de los vecinos tiene que ver con que la empresa estaría
colocando los tubos sin la compactación respectiva, lo que podría traer graves
consecuencias una vez que el sistema comience a funcionar ya que la gravedad se
vería afectada.
También
los vecinos cuestionan que una vez colocados los tubos se proceda a tapar las
zanjas con lodo y agua y que en este sentido los proyectistas no hubieran
tomando en cuenta el nivel freático del suelo en Minero. Ello podría provocar
hundimientos por el peso de los vehículos motorizados, según dijeron.
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