miércoles, 12 de diciembre de 2012

Alcantarillado avanza sin la presencia del supervisor ni del fiscal de obra


Cuadrilla de trabajo frente al Coliseo Municipal. Una vez que la máquina termina la excavación inmediatamente los obreros proceden a colocar el tubo. No se realiza ningún trabajo serio de compactación del suelo que va a sostener el colector. Además se puede observar que las zanjas están llenas de lodo y agua como resultado de que el nivel freático se encuentra prácticamente a centímetros de la superficie del suelo.

La construcción del sistema de alcantarillado sanitario avanza sin la presencia del supervisor ni del fiscal de obra, según ha podido constatar este medio escrito hoy martes 11 de diciembre durante una inspección de dos horas en los distintos frentes de trabajo desplegados en el barrio Nueva Esperanza donde el único responsable era un ingeniero dependiente de la asociación accidental Comsi Ltda., adjudicataria del millonario proyecto.
El supervisor depende del Ministerio de Medio Ambiente y Agua y el fiscal de obra depende de la Alcaldía, en tanto que la cooperativa Cosmin, que será la operadora del sistema cuando esté terminado, ha deslindado cualquier responsabilidad en la fiscalización.
Algunos vecinos que se dan tiempo para observar los trabajos también hicieron notar este aspecto. Están preocupados porque, según dijeron, se está colocando tubos muy delgados, se menciona que son de 6 pulgadas e incluso algunos dicen que vieron tubos de 4 pulgadas, lo cual, de ser cierto, violaría el DBC que establece diámetros de entre 150 y 350 milímetros.
Consultado al respecto el ingeniero de Comsi Ltda. indica que en este barrio se está colocando colectores secundarios de 6 pulgadas debido a la baja densidad poblacional, pero que el diámetro de los tubos irá aumentando a medida que las excavaciones vayan llegando a las zonas céntricas donde los colectores serán de 30 y 35 cm de diámetro, explica.
Pero la principal queja de los vecinos tiene que ver con que la empresa estaría colocando los tubos sin la compactación respectiva, lo que podría traer graves consecuencias una vez que el sistema comience a funcionar ya que la gravedad se vería afectada.
También los vecinos cuestionan que una vez colocados los tubos se proceda a tapar las zanjas con lodo y agua y que en este sentido los proyectistas no hubieran tomando en cuenta el nivel freático del suelo en Minero. Ello podría provocar hundimientos por el peso de los vehículos motorizados, según dijeron.

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